miércoles, mayo 10, 2006

Balance.

Entre las experiencias de volver a una ciudad en la que no has vivido realmente por ocho años está en que conoces a poca gente. Y la que conocías está totalmente cambiada. Mis contemporaneos están en su mayoría "enseriados". Algunos hasta casados y con hijos. Las amigas con las que salí ya son casi todas señoras serias y de su casa (y su trabajo). Y todos agobiados por el trabajo o la búsqueda del mismo.
Y dada mi soltería, pues me sale conocer gente nueva. Y se me ha estado dificultando algo. Con el pasar de los años le perdí el gusto a las discotecas de jueves al ratón del domingo. No me malinterpreten, unas o tres veces al mes no está nada mal pero acá pareciera (junto con la playa) la única actividad social recreacional. Fui a mi primera discoteca hace doce años, así que la dinámica ya la conozco bastante pero bastante bien. Y no puedo negar que disfruto bastante más de un buen café y una enriquecedora conversación.
Todo lo antes expuesto me ha llevado a vivir experiencias bastante dispares. Desde salir con chicas de 18-22 años y escuchar "rumba, rumba y MAS rumba" hasta salir con chicas un poco mayores que yo que no han terminado de conocerme cuando ya han sacado la cuenta del largo de la cola del vestido de novia y el nombre de los dos primeros hijos :S.
¿Y que demonios es lo que quiero? Pues la definición exacta la saqué de un libro que me prestó mi buena amiga Atenea: Una CABRONA (bitch). Según la definición del libro, una "Cabrona" es lo siguiente: "La Mujer que yo describo es buena pero fuerte. Tiene una fortaleza muy sutil. No permite que un hombre piense que tiene un "dominio" del 100% sobre ella. Y se da su lugar cuando él se pasa de la raya.
Sabe lo que quiere pero nunca compromete su integridad para obtenerlo. Sin embargo, es como una "Magnolia de Acero" con pétalos en el exterior y acero en su interior. Utiliza esa feminidad para su propio provecho.
No es que se aproveche de los hombres, porque juega limpio. Tiene algo que la chica buena no tiene: claridad mental, pues no se deja llevar por una fantasía romántica. Esta claridad mental le permite ejercer su poder cuando es necesario.
Además, tiene la capacidad de permanecer tranquila bajo presión. Mientras que una mujer que es "demasiado buena" da y da hasta quedar agotada; la mujer que tiene claridad sabe hasta donde llegar."
*
La descripción exacta y en el blanco. Me pude reir mucho cuando leí esos párrafos, ya que llegué a pensar que era el unico hombre que no tenía como objetivo solamente una chica con par de melones, una cinturita y un trasero redondito perfecto.
Pues seguiré disfrutando de mi soltería, que no es lo mismo que soledad mientras espero a conocer a mi CABRONA.
¿Y que tiene que ver esto con el tema del blog? Pues que el éxito no solo abarca lo material, sino conseguir estar con esa persona con la quieres estar. No conformarse con lo "que caiga". Si yo me he propuesto ser lo más exitoso y la mejor persona que quiero ser, ¿por qué he de pedir menos que eso de la chica con la que decida pasar buena parte de mi vida?
|8+3r.
*POR QUÉ LOS HOMBRES AMAN A LAS CABRONAS. De tapete a chica de ensueño. Sherry Argov.

martes, mayo 09, 2006

Ciclos y círculos.

Heme acá en Lechería una vez más. Hace un año regresé a Caracas en una decisión algo impulsiva que resultó algo menos que exitosa. Sin embargo como mis experiencias en los últimos años en vez de lamentarme por los desaciertos es mucho más provechoso sacarle la lección imlicita a cada uno de ellos. Y en ese caso la lección es balancear la impulsividad con un poco de análisis.
sin embargo unos cuantos meses de "bajo perfil" me permitieron replantearme mi situación y buscar alternativas nuevas. De toda esa tormenta de ideas salió en una una noche de cervezas una idea que hoy en día ya es una realidad. Una pequeña tienda de juegos de mesa en respuesta a una necesidad no satisfecha del mercado local. Y como no, un poco de amor por un juego que me ha traído muchas satisfacciones con el pasar de los años.
He aprendido bastantes cosas en estos tres meses. Y entre ellas la más aleccionante ha sido la montaña de papeleo que es montar una compañía. Registros, cuarenta viajes al Seniat. Paciencia y más paciencia.
Recordar que es manejar y atender a grupos de adolescentes y sus inquietudes respecto a los juegos y el entretenimiento. Transportarme diez años en el pasado y recordar. Eso sí, en otro rol con diferentes retos.
Pero como todo ya tengo otro proyecto cocinando. Y este promete ser bastante mas grande. Y me temo que bastante más complicado. Sin embargo estoy seguro de estar preparado para enfrentarlo.
Eso es todo. Por ahora...