Y más de esos primeros días...

En esos días mi estado de ánimo se la pasaba de neutral a malos. Lo de la crisis política, social y económica del país había hecho mella en mí. Ya no me deprimía ni me desesperanzaba. Pero todo era gris y el futuro algo incierto. Y creo que era eso lo que más me frenaba en esos días, yo no tenía futuro. Mis sueños, esperanzas y proyectos se habían ahogado en una realidad que no les daba espacio ni aire. Mi futuro era un simple “veremos”, ya sabía que mi carrera no era una opción segura y menos con las ganas que le ponía. Mis otras habilidades estaban en el campo de la enseñanza, les daba clases de lo que fuera a niños de bachillerato y colegio. Pero ciertamente la paga no era muy buena y no era exactamente algo de lo que pudiera esperar vivir. Y tampoco quería convertirme en uno de esos estudiantes eternos, de los que hacen estudiar una carrera. Vivir de la universidad quiero decir. El pasado ya había pasado, el presente en crisis y el futuro incierto, excelente manera de vivir.
Lo más valioso que me dio “Padre Rico, Padre Pobre” fue recuperar la capacidad de soñar. De creer y saber que a pesar de la crisis y la situación TÚ puedes hacer que las cosas cambien para ti. Una de las cosas que más me fastidiaba era que con mis perspectivas de vida y empleo lo de viajar al exterior era algo así como una bonita ilusión. Y eso era algo que me dolía. He tenido la suerte de viajar varias veces al exterior y es algo que me apasiona. Conocer Europa para mí fue increíble. Y el saber que viajar al exterior estaba bien fuera de mis posibilidades me fastidiaba. Y de repente todo cambio, SI había manera de lograrlo, si se puede. Lo único es que tenía que cambiar mi manera de pensar, y vaya que eso es difícil. Especialmente con 23 años de condicionamiento hacia un solo camino y una sola opción. Y sin contar la incredulidad de la familia y amigos.
Mucha gente que con las mejores intenciones dan consejos basados en el miedo y la desinformación. Una de las primeras cosas que aprendí por suerte fue a escuchar consejos solamente de la gente que supiera de lo que está hablando. Es normal que la gente tenga opiniones sobre las cosas, pero no puedo seriamente prestarle atención a los consejos sobre bienes raíces a una persona que es ingeniero y tiene con suerte solamente información de 2da mano. Y lo primero que pasó fue que me encontré con que el campo de los negocios e inversiones era algo “riesgoso” e “inseguro” ante mi círculo social compuesto de profesionales y futuros profesionales. Surgieron de inmediato miles de historias de terror de gente había fracasado intentando entrar en el campo de los negocios. Y ni hablar del mercadeo en redes. La concepción general es que son “pirámides” en las que hay que estafar a mucha gente para ganar plata. Por suerte soy una persona que se documenta y busca información sobre las cosas y no se pone a escuchar cuentos populares. Averigüé sobre el mercadeo en redes y las famosas “pirámides” y me enteré que eran conceptos totalmente diferentes. Y de hecho las pirámides son ilegales en Estados Unidos, pero como muchas cosas todavía legales en mi país. Mientras que el mercadeo en redes fue creado en los años cincuenta en la universidad de Harvard como una manera de acabar con el esquema de las compañías tradicionales en las que muy poca gente puede llegar a la cima y permitirle a la gente común tener ingresos y estilo de vida accesible a pocos. Y es un sistema de negocios perfectamente legal y altamente redituable.
En esos días conversaba por el Messenger con ese amigo que me contó de Kyosaky y me dijo que llevaba un par de semanas en la compañía de mercadeo en redes que me había comentado y se había ganado unos 300.000 Bs. Valga la pena aclara que mi ingreso mensual por lo que me daban mis padres más lo que yo trabajaba por mi cuenta era más o menos eso. Me mando un archivo con la explicación del sistema de mercadeo y explicación e historia de la compañía y a mi me llamó bastante la atención. Yo de hecho ya estaba considerando la opción del mercadeo en redes, debido a que los negocios tradicionales estaban algo fuera de mi alcance por la falta de experiencia y capital y de paso la filosofía de ésta compañía iba bastante con mi naciente manera de pensar. Pero esa semana me tocaba ir a un congreso de la carrera en la isla de Margarita y ahí pasaron varias cosas interesantes, pero eso se los dejo para otro post. Bye!