El color del cristal con que lo mires...

A veces me sorprendo cuando se me olvida como se ve el mundo a través del cristal de la gente común. Y no pretendo ser ofensivo con esto, solo exponer como lo veo yo en comparación.
Hace una semana invité a unos amigos a jugar poker de viernes por la noche. Bueno resulta que justo ese día habían limpiado la casa porque mis padres llegaban al día siguiente. Y justamente ese día a mi hermana le dio por tener una "charla" por lo desconsiderado que yo era al invitar gente a la casa sabiendo que se iba a ensuciar y etc. A lo que yo le respondí que cuando se fueran los invitados yo tenía todas las intenciones de limpiar y arreglar. Y la respuesta que tuve fue: "No  importa, no va quedar igual tu no sabes de pisos". Evidentemente no se de pisos, su limpieza y pulitura y como se ve un piso sin cera y pulido y uno sin cera y sin pulir. ¿Y lo más importante? ¡NO ME IMPORTA SABERLO!
Me molesta la mentalidad de escasez. De no usar las cosas para que no se dañen ni caminar sobre un piso para que no se ensucie. Todo esto se basa en que el dinero es algo por lo que hay que reventarse y trabajar "duro" y no se puede botar. La excusa a cualquier cosa que no se pueda hacer o lograr es que "No hay dinero". Pero nunca hay alguna idea creativa de como conseguir ese dinero extra que permita que alguien más se encargue de que el bendito piso este "bonito" y yo no tenga que preocuparme por no ensuciarlo. Las cosas con el uso se dañan y hay que reemplazarlas y el piso se ensucia y básicamente está ahí para soportarnos, no para ser bonito.
Lo que me lleva al siguiente punto, me tengo que ir de mi casa. No es que me traten mal ni nada por el estilo. Pero ya no soporto vivir con unas reglas algo anticuadas para mi forma de pensar y en una tacita de cristal que no se usa para que no se dañe. Se que para la gente esas cosas son importantes, pero prefiero vivir en un mundo donde si la bendita tacita se rompió, pues se reemplaza.
De hecho ya me puse fecha para la partida de casa de mi padre, febrero del 2.006. Parece lejos, pero primero tengo un par de cosas que solventar. Primero finiquitar un par de deudas que tengo y luego un viaje a Santiago de Chile en enero.
Voy a vivir en un mundo de abundancia, no en uno de escasez. ¡SI SEÑOR!