¡FELIZ CUMPLEAÑOS A MI!

Y si, justamente ahora oficialmente ya es el día de mi cumpleaños. Pues bueno para celebrar y recordar voy a hacer una pequeña biografía de mi persona.

Fecha y lugar de nacimiento: Caracas, 22 de Octubre de 1.980. 9:15 p.m.
    Esta etapa de mi vida no la recuerdo por razones obvias, sin embargo tengo historias relatadas por terceros. Según me cuentan estrené el ala de maternidad de la clínica San Pablo. Nací algo golpeado y hasta me metieron en incubadora. Soy el tercer hijo de mi madre y primero de mi padre, así que tengo experiencias mezcladas de hijo único y hermanos.
    Mi niñez temprana la viví en Caracas, cerca de Maripérez y acá comienzan los recuerdos, aunque un poco borrosos. Desde pequeño sufrí de asma, así que las actividades físicas y deportivas fueron algo complicadas para mí en esa época. Recuerdo haber estado en karate y béisbol por muy breve tiempo dadas las limitaciones que me imponía la enfermedad. Aprendía leer a los tres años en el primer nivel de kinder, sorprendiendo así a mucha gente y tomando forma un poco lo que sería mi futuro. Recuerdo que el primer libro que leí fue “El Principito”. Recuerdo que aunque sabía leer ese libro me gustaba mucho por los dibujos del autor.
    Luego, a los cinco años mis Padres se separan y me fui vivir con mi Madre a Puerto La Cruz. Ya a esta edad era muy asiduo a la lectura, juegos y rompecabezas. Leía comics y coleccionaba meridianito. Acá ocurre el primer cambio importante, me regalan mi primer juego de video, un atari 2600 y eso fue amor a primera vista. Ya para los siete años mi asma se había curado, no se si por la edad o por toda la clase de menjurjes desagradables que tomé. Sin embargo a pesar de eso mis tendencias se iban más hacia el lado intelectual que hacia el lado físico y deportivo.
   Mi pre-adolescencia la pasé en un colegio privado de lo más común. Ya para este momento el haber crecido en un ambiente mayoritariamente de adultos y mi temprano interés con la lectura hicieron que yo me destacara en el campo intelectual. Casi siempre me destacaba por encima de los otros niños y el aprender se me hacía muy fácil. Recuerdo coleccionar comics de disney y condorito y escuchar “Nuestro insólito universo”
    Acá ocurre un capítulo especial, mi madre y padrastro deciden mudarse a New York para tomar un negocio de importación. Estos tres meses fueron el paraíso para un niño de 10 años. Tenía un televisor, un nintendo los juegos que quería y solo tenía que estudiar dos horas diarias en un curso de inglés. El curso lo pasé en la raya, mi madre se molestó por mi flojera ya que estábamos en el mismo curso y ella paso con mucha mas nota que yo. Hoy en día yo hablo y escribo el inglés casi como lengua nativa y mi querida madre de vaina se acuerda del verbo to be. A los tres meses nos regresamos a Venezuela. A mi me tocó levantar el muerto de tres meses sin ir al colegio, sin embargo pase liso aunque sin muy buenas notas como era la costumbre. Seguí aprendiendo inglés por mi cuenta debido a mi interés por traducir los manuales de los juegos de nintendo.
    Entrando a mi adolescencia me encontré con mi primer cambio, me tocó estudiar en un liceo público. Fue muy importante eso ya que me permitió relacionarme con gente de diversos orígenes y aprendí muchísimo debido a eso. Desde el primer día de clase tuve mi primer amor platónico con una niña del salón. Y digo platónico porque si hubiera sido por ella me hubiera tirado hasta los platos de la vajilla. ¿Quién no se enamoró de alguien que lo odiaba y no le paraba mecate? Pues por cuatro largos años esta señorita fue una gran frustración para mí. Que tanto me tocaba por aprender.
    Otra cosa importante que pasó fue que en primer año acompañé a un compañero de clase a unas clases de karate. Y luego de unas semanas decidí unirme. Fue importante porque ahí conocí a un grupo de muchachos que serían mis panas constantes hasta el día de hoy. Parte de eso también porque dos de ellos que eran hermanos tenían un Sega Genesis y yo un Super Nintendo y muchísimas veces nos los cambiamos. En esos momentos hice algunas de las amistades más duraderas de mi vida.
    Ya entrada la adolescencia todo transcurría de manera normal. Me destacaba sobre mis compañeros por mi inteligencia y por mi total ineptitud en el basketball. Sin embargo no fui el típico nerdo rechazado porque tempranamente desarrolle habilidades sociales y una facilidad para hacer amigos.
    Otro punto de cambio importante fue cuando uno de estos amigos del karate conoció a un chamo de valencia y conoció los juegos de rol. Y me quedé pegado como abeja a la miel. Ya para la época yo era un lector ávido y los juegos de rol me permitían vivir esos mundos de fantasía que leía en los libros. Fueron años muy intensos. Gracias a dios tempranamente también descubrí las rumbas y pasé a ser un chico nerdo que rumbeaba los fines de semana.
    Estando en un torneo de juegos de rol en la USB en Baruta aprendía jugar otro jueguito muy interesante que se llama “Magic: The Gathering”. Es como un ajedrez con figuras fantásticas que tiene la profundidad estratégica del ajedrez, más sin embargo esta perennemente en estado de renovación. Y este juego llenó una necesidad muy importante en mí, la competencia. Los juegos de rol me encantaban, pero el magic me permitía dar rienda suelta a las ansias competitivas. Y también a llenar el espacio de creatividad al diseñar mazos y estrategias.
   Pues el bachillerato pasa de manera normal. Como punto importante logré estar en las pruebas finales de las olimpiadas de química en los laboratorios de la Universidad simón Bolívar y ese hecho básicamente selló mi futuro por los próximos años. Sabía que iba a estudiar química y de paso que la iba a estudiar en la USB.
    Mis planes de estudiar química se vieron frustrados ya que me enteré un par de semanas tarde de las pre-inscripciones de la USB y tuve que esperar un año para poder finalmente entrar. Seis meses de vagancia seguidos de un breve paso por la UDO, hasta el momento exacto que me enteré que había salido en la Simón. En quinto año viajé por primera vez a Europa con mi Madre y padrastro y mi mente literalmente se expandió. Conocí París, Madrid y San Sebastián. Mi roce con el primer mundo me dejó anonadado y me enseñó un mundo donde la inseguridad no es algo que se da por normal y donde la cultura SI es algo común. Claro está que muy buena parte de mi presupuesto de viaje me lo gasté en libros de rol y cartas de magic :P.
    Bueno, este post se me hizo largo ya. El recuento de mi historia universitaria lo dejo para el domingo o muy probablemente el lunes ya que hoy entre un evento de la compañía y lo del cumpleaños dudo que tenga tiempo de sentarme a escribir.
    Saludos!