Regalo inesperado.

Me siento un poco extraño realmente. Mi padre me acaba de informar que le van a pagar sus prestaciones sociales y quiere regalarme un carro. Unos cinco años atrás esto hubiera hecho mi mundo mucho más feliz, pero en la actualidad no es tanta la felicidad. De hecho, no me siento feliz en lo absoluto. Me dirán ¿Qué demonios te pasa?, pero el hecho es que en lo personal yo preferiría que el usara ese dinero en alguna inversión que le permita vivir con algún ingreso extra. Sin embargo, se que el me quiere hacer el regalo y si lo rechazo aparte de hacerlo sentir mal va a encontrar alguna otra manera de regalar la plata.
¿Y por que no quiero un carro? Me imagino que esa es la pregunta. Pues un carro es una obligación a nivel monetario y seriamente no se si esté preparado para asumirla. Entre estacionamiento, insumos como gasolina y aceite es un pasivo que no se como pueda asumir.
Ahora ciertamente hace de mi trabajo en ventas bastante más fácil ya que no tengo que andar cargando con los productos encima y me ayuda a ser más efectivo con el transporte. Claro, también el presupuesto de taxis y rumba se ve beneficiado por eso mismo. Creo que mi problema principal es sentir que no me lo he ganado. En general no me ha faltado nada en la vida, pero ahora quiero ganarme las cosas y por eso hago lo que hago.
Ciertamente extraño, cuando estaba en la uni, fastidiaba a mis padres hasta más no poder por un carro. Y ahora que por lo visto lo voy a tener y no siento la misma satisfacción que podría sentir. Como cambian las cosas.